Después del maltrato
Cuando estaba en lo más bajo de mi vida, sintiéndome vacía y muerta de miedo, física y mentalmente deshecha y sin nadie en quien apoyarme, necesitaba saber que había una salida. Es cierto que ese saber sí que existía, y venía de lo más profundo de mi, algo a lo que seguía conectada por muy lejano que lo sintiese. Pero también es cierto que algo de apoyo externo me habría venido como agua de mayo.
Por eso ahora, a mi manera, comparto aquí las prácticas y hábitos que me sirvieron para salir adelante durante y después del maltrato.
Cada una de ellas me ayudó a darme el cariño y fuerza necesarios para seguir viviendo de la mejor manera posible en mis circunstancias.
Esta es mi forma de mandarte algo de cariño y esperanza.
Aprendiendo a nutrirme emocionalmente
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